sábado, octubre 14, 2006

El cuñado del presidente

A travér de estas líneas deseo recordar con mucho cariño a un personaje penquista al cual conocí muy de cerca ya que fue amigo de mis padres (incluso pariente lejano de mi padre), y como tal solía pasar días, y semanas, de descanso en la casa de campo de mis progenitores en la comuna de Ránquil, a unos 80 km de Concepción hacia el interior.

Este ilustre caballero era don Alfredo Ide Pereira, hermano, por lo demás, de mi maestro de piano, don Roberto de quién hablo en columna aparte.

Su figura de por sí ya era imponente y no podía pasar desapercibida ya que la semejanza con las caricaturas que se conocen y se hacen de don Quijote era realmente impresionante. Y en realidad, no sólo su figura física era una copia fiel del Caballero de la Triste Figura sino que también todo su ser.

Persona alta, delgada, una voz de tenor bastante chillona, sus gestos, sus largas extremidades y especialmente los dedos muy largos al estilo de las figuras del Greco eran parte de sus típicas características físicas.

Era don Alfredo tremendamente culto, había sido educado en el Colegio Alemán de Concepción al igual que parte de sus hermanos. Dominaba perfectamente bien, por lo tanto, el alemán, el francés, el inglés. Gustaba de la lectura de los clásicos y decía que le gustaba hacerlo en sus idiomas originales. Por tanto leía a Thomas Mann (de quién era un gran admirador) en alemán, a Proust en francés, a Joyce en inglés, etc.

Era de profesión dentista pero dicha actividad la ejerció muy poco tiempo para retirarse a lo que era su mundo: la lectura y fundamentalmente el piano. Para sus pretensiones materiales, que eran muy modestas, le bastaba con los ingresos de las rentas que le dejaban las propiedades que heredó de su padre, otro personaje muy conocido de Concepción, don Carlos Ide Schulz fallecido en la década de los 50.

Hay muchas historias que escuché en mi seno familiar - y que en parte yo viví personalmente- que son sumamente entretenidas y siempre recuerdo.
En las largas estadías que pasaba en casa de mis padres, que generalmente eran en invierno, solía montar a caballo, Quijote perfecto, y recorría los cerros y senderos. Recuerdo de niño haberlo acompañado. Observaba atentamente la naturaleza y hacía sus comentarios muy especiales.

En las mañanas, después de desayunar, aún en bata, partía al piano de cola en el salón. Pero antes de tocar propiamente, hacía un "calentamiento de los dedos". Era realmente una cosa horrorosa, porque ello consistía en tocar una nota seguida de otra a intervalo a veces de segundos. Notas solitarias sin hilo conductor ni melodía. Eso por largos minutos. Después iba incorporando acordes, arpegios y ejercicios suaves. Otros larguísimos minutos. Después de eso se ponía a tocar ya piezas completas. Tengo un recuerdo nítido de varios Estudios de Chopin que impajaritablemente me evocan a él. Los tocaba con bastante maestría.

Ahora, otra especialidad era comer las lentejas con caqui. Cuando sabía que había este plato al almuerzo, iba a este arbol, sacaba unas frutas remaduras, las llevaba al comedor y cuando le llegaban las lentejas, reventaba tal cual fuese un huevo esta fruta sobre el plato exclamando con su típica voz casi afeminada: "me encantan las lentejas con caqui" y..... splash, se incorporaba este elemento extraño a su plato favorito.

Pero la anécdota inolvidable es cuando un buen día, como solía hacerlo habitualmente, va a bañarse al Bío-Bío. Esto lo hace "como Demetria (su madre) me echó al mundo", o sea, desnudo. La gran sorpresa se la lleva cuando sale de las aguas del río y va nuevamente a vestirse para regresar a casa. Toda su ropa había sido robada. No le dejaron ni los slip, nada. Llegó a casa de una familia modesta a pedir auxilio los cuales le facilitaron lo elemental para cubrir su figura. Pasado este chasco va al cuartel policial más cercano a estampar la denuncia del robo. Los carabineros, al ver esta especial figura al parecer no le quisieron dar mucho crédito al relato a lo cual él se enfureció contestándoles algo así como: " oigan, si Uds. están hablando con el cuñado del Presidente de la República". Imagino la reacción de incredulidad de los policías. Para adentro deben haberse muerto de la risa, pero resulta que efectivamente lo era. Su hermana Marta era la esposa de Juan Antonio Ríos, nada menos. O sea, esta historia se desarrolló entre 1942 y 1946. El resultado de la posterior investigación policial me es desconocido.

Solía jactarse que él había nacido el mismo año que Claudio Arrau, es decir, 1903.

Estuvo don Alfredo largos años viviendo como un ermitaño en una parcela que se compró en Hualqui. Yo no conocí esa casa pero mis padres, que lo visitaban, decían que era bien modesta. Sin energía eléctrica, porque él no la quiso. El patio trasero era una selva de malezas, zarzas, etc. Pero ahí era feliz.

En los últimos años de su vida, por ahí por mediados de los 80, lo divisé a una cuadra de mi casa. Iba delante mío esta figura inconfundible, lo alcancé, lo saludé muy afectuosamente. Obviamente me presenté porque hacía tal vez unos 20 años que no me veía. Tuvimos una gran alegría mutua en reencontrarnos. Era mediodía. Lo invité a mi casa. Lo presenté a mi señora e hijas que eran chicas. Charlamos de varias cosas, recordando, fundamentalmente. Y ahí lo invito a que se quedara a almorzar con nosotros y él gentilmente rechaza la invitación aduciendo que se quería ir a su casa a "prepararse su alimento". Efectivamente, andaba con una de esas pilhuas (así se escribe?), en donde llevaba las compras de la mañana del mercado. Recuerdo nítidamente las miradas de mi familia viendo esta figura quijotesca. Mi hija menor Catalina (tendría unos 8 años) quedó muy impactada.

En ese encuentro quedamos de acuerdo en que yo lo iba a visitar a su departamento, entre otras cosas, para tocarle piano. Quería saber hasta dónde había llegado yo con las clases que me había dado su hermano Roberto.
Así lo hice. Llevé unas partituras, entre otras del concierto "El Emperador" de Beethoven que se lo toqué. Quedó gratamente impresionado. Obviamente me hizo varios alcances técnicos y musicales a mi interpretación. Después me mostró su vivienda. Vi dos cuadros de Juan Francisco González en las paredes. Muchos óleos pintados por Roberto, realmente hermosos. Y posteriormente me mostró su discoteca pero él no sabía usar muy bien o casi nada el tocadiscos. Era de los antiguos que tocaban los discos 78 de acetato. Me hizo poner uno de ellos que era una interpretación que hacía Sergei Rachmaninoff de un conocido Impromptu de Schubert que yo también tocaba. Me recalcó mucho que yo debía poner los acentos en la melodía que llevaba la mano izquierda.

En fin, fue una velada muy grata que se repitió una vez más y poco tiempo después supe muy tarde que don Alfredo había fallecido.

De verdad sentí mucho dicha noticia y también pasó por mi cabeza de qué habría sido de su valiosa biblioteca y de su colección de libros de piano y el instrumento propiamente tal. Herederos (sobrinos) se habrán apoderado de algo que a ellos de poco o nada debe haberles servido más allá de tal vez haber sacado unos muy pocos pesos porque qué valor material pueden tener cosas así para personas que no tocan el piano y no leen, sobre todo ese tipo de lectura.

Por cosas del destino, años después en una venta que salió publicada en el diario "El Sur" de Concepción adquirí dos volúmenes de "La mejor música del mundo" que había sido de él. La señora que los vendía era sobrina lejana de él.

En fin, un resumen bastante extenso sobre un personaje muy especial que quise mucho y que recordaré siempre, al menos cuando escuche alguno de esos Estudios de Chopin que él interpretaba en casa de mis padres cuando yo era peque.

8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Claro que lo recuerdo. Perfectamente. No me acuerdo del contexto, pero la figura la recuerdo muy bien. Y sé que quedé muy impactada. Hace tanto tiempo ya fue eso? Si yo tenía 8, debe haber sido hace 20-21 años!!! Me acuerdo del enorme tamaño de sus manos, de su manera de caminar y de su figura completa, que como bien la describes, era muy similar a la de Don Quijote.

3:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

de Alfredo L. Gordon

Espero me recuerdes, soy el consuegro de Hugo Olea (padre de Alexandra).
Llegué a tu blog via el de Hugo y me llamó la atención tu columna sobre Alfredo Ide, personaje que recuerdo de mis años mozos y con el que tenía alguna relación indirecta.
Por una parte me sorprendió (y alegró) saber tu formación pianística que me hermana sin saberlo, aunque la mia es bastante mediocre al lado de lo que percibo es la tuya. Fui alumno por muchos años de conservatorios.Primero del Laurencia Contreras, después de la Sinfónica (allí tuve clases con doña Ana Lorca de Enríquez) y después de la Escuela Superior de Música (alumno en piano de Sergio Parra y de Teoría Musical y otras hierbas con Miguel Aguilar). Por esos aires, conocí de Roberto Ide y su singular hermano Alfredo (probablemente alguien se recordará, también, que solía cruzar el viejo puento carretero del Bio Bio con su sombrero alado amarrado).
Cuando entré a estudiar Ingeniería Química (en tercer año dejé el piano del cual nunca fui un alumno muy destacable) mi mejor amigo fue Juan Carlos Perelman Ide, trágicamente muerto por la DINA con posterioridad a Marzo del año 1975. Juan Carlos era sobrino de Roberto y Alfredo Ide (entiendo que su madre era hermana de ellos) y así un par de veces tuve acceso con él al departamento que Roberto Ide tenía en la calle chacabuco, entre Caupolicán y Rengo.
Curiosamente, los padres de Juan Carlos también eran muy aficionados a la música clásica (quizás influencia de la madre Ide) y gracias a ellos, escuché en su casa de Santiafo las primeras grabaciones que (yo creo) hubo en Chile del entonces completamente desconocido pianista que era Sviatoslav Richter.

Un dato curioso para el anecdotario: cuando Pablo Neruda fue expulsado del Senado Chileno (año 1947 o 1948 probablemente) y antes de fugarse a Argentina a través de uno de los pasos fronterizos, estuvo escondido por días o semanas, en una buhardilla de la casa de los Perelman-Ide en Santiago.

En fin, tu reminiscencia del "Quijote" Ide me ha traído buenos recuerdos de otros tiempos.

8:14 p. m.  
Blogger Sil said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

3:48 p. m.  
Blogger Sil said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

5:57 p. m.  
Blogger Sil said...

Llegué a este blog por casualidad y me emocionó bastante la reseña que haces de Alfredo Ide y su familia, ya que me dedico como hobbie a buscar mi árbol genealógico de la familia Ide y encontrarme con relatos de personas que solo he podido leer con referencia a parentescos me sorprende!!
Ojalá me ayudaras a corroborar estos datos:

Carlos Jorge Ide Schulz (8), n. febrero 1859; c. Osorno 1884 c. Juana Pereira ¿Ahuer?. Hijos:
Max Ide .
Néstor Ide .
Marta Ide Pereira c. 21 octubre 1921 c. Juan Antonio Ríos Morales

http://www.genealog.cl/Alemanes/I/Ide/

Muchos Saludos!!

Mi e-mail: shivy84@hotmail.com

6:04 p. m.  
Blogger Carlos Ide said...

Me agrada mucho la redaccion en partes de lo que fue la vida de mi tío vis abuelo alfredo y roberto, esas anecdotas mi abuelo me las cuenta de que era niño, ya que por mi familia eramos los mas cercanos a ells vale decir que mi vis abuelo Max Ide era hermano de ellos (Alfredo y Roberto), y eran ellos los mas cercanos, y quiero rescatar citando las lineas donde habla sobre lo que "Qué se hizo con el piano y la biblioteca", en mi familia se quedaron muchos tectos en aleman frances e ingles, porque de por si, Nos agrada la lectura y discrepo un poco en el enfasis que se hace a que los sobrinos (nosotros o mi padre y tios) no les interesabe, el Piano si, Se vendio, y algunos textos fueron donados a la Universidad de Concepción. y Algunos aún se conservan y son bien reutilizados, porque al igual que a ellos a nosotros tambien nos gusta la lectura.

y Muy linda la redaccion, en otro punto nosotros tambien tenemos campo en Ranquil, parece que los ubicamos los Rushtel don rodolfo rushtler ? creo (si se escribe asi), por parte de mi mama mis abuelos han vivido alla. nada que ver de por si por nosotros los Ide.

un Saludo.Carlos Ide

7:02 p. m.  
Blogger Unknown said...

Me gustaria saber sobre la vida de la señora Marta Ide Pereira, al parecer esta viva, y seria la Primera Dama de la nacion, mas longeva, espero se me indique de ella

3:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Alex Roberto; Junto con saludarte, te indico que la señora Marta Ide Pereira, " mi tìa vis abuela", fallecio alrrededor de los 90's, y bueno que te puedo contar a cerca de ella, fue la primera dama de la naciòn. y fue familia de los colonos alemanes que llegaron a Chile junto al bergantìn "Catalina". Su parentesco està respaldado con la geneologìa de la familia IDE.

Saludos, cualquier consulta comunicarse con Carlos Ide Rivera.

caarlos.ide@hotmail.com

Atentamente un orgulloso descendiente de la familia IDE.

8:53 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home