Avances tecnológicos

Debo confesar que tengo una contradicción vital entre lo que yo estudié, (soy ingeniero) y mis aficiones y gustos. No obstante ello, de siempre me han sobrecogido los avances tecnológicos y científicos aunque no siempre los analizo en su profundidad. Me basta saber que existen esos inventos y con suerte puedo aprender a usar los equipos de nueva generación y cuando no se puede, se pide ayuda a los familiares más directos,(hijas y nieto). Por ejemplo en la apertura de este blog necesité un apoyo de mi hija Catalina que lo amononó un poco.
Pues bien, recuerdo muy nítidamente ese 4 de octubre de 1957 cuando la Unión Soviética lanzó su primer satélite artificial al espacio, llamado Sputnik. Desde luego era una locura salir en las noches y mirar al cielo este objeto de menos de un metro de diámetro girando alrededor de la tierra.
Eso por un lado, y por el otro entonces, porque hablo de contradicción vital, el hecho que yo me considere una persona mucho más ligada a lo humanístico. Dentro de ese concepto, y para hilar más fino, diría que mis inclinaciones van por lo artístico en primer lugar (la música- toco piano desde mi más tierna infancia- , el arte, la literatura, la historia, etc.).

Pues bien, dicho esto, en los inventos que yo admiro profundamente y que son de relativa reciente data, está el computador y más específicamente Internet, esa biblioteca fantástica que de seguro le debe haber mermado fuertemente las ventas a empresas tan prestigiosas como la Enciclopedia Británica, Larousse,etc.
Quedándonos en esto, por ejemplo el correo electrónico (o mail) es una cosa increíble. Uno tipea una carta y al primer clic está en destino. Una carta corriente dentro del país se demora normalmente unos 3 a 4 días y más de una semana si es al extranjero.
Me temo que la vida útil de los correos tradicionales tiene sus días contados. De hecho servirá sólo para el envío de documentos.
Pero me queda un pensamiento.
Con esto de los mail, que de seguro no se guardarán por los siglos de los siglos, finalmente en algún momento se borrarán y no quedará registro alguno de la carta escrita.

Perderemos esa exquisita posibilidad, tal vez ya no la de mi generación pero sí la de mis hijas y nietos, de releer cartas que han marcado la historia de una u otra forma.
Pensemos por ejemplo en esas hermosas cartas que le escribía Franz Kafka a su bienamada Milena. O cartas intercambiaadas entre Einstein y sus amigos, otras que han enviado importantes personajes y que han cambiado el rumbo a acontecimientos trascendentes.
Y todos estos documentos están guardados y lo serán por los siglos futuros.
Y sabemos que lo escrito en una carta refleja mucho de los pensamientos de las personas. Ahí uno realmente abre su corazón, su mente. Conoce de verdad al remitente.
Todo eso lo perderemos a futuro, digo yo? Qué pena!

O algo semejante. Las fotos digitales. Se guardarán en los albums familiares?. Es cierto, me dirán, se pueden pasar a papel. Pero en verdad son muy pocas fotos que pasan a papel fotográfico. Quedan en el CD o en el disco duro de la computadora y chao.
A mi me encanta por ejemplo revisar albums antiguos de mis antepasados hasta el siglo 19. Faltan sólo algunos daguerrotipos no más. Veo personajes vestidos a la usanza de la época. Esas humitas, otros con los trajes de marinos, señoras con unas vestimentas fenomenales, etc. Fotos que tienen más de cien años.
Todos esos estilos de vivir están cambiando drásticamente. Todo es PC hoy en día.
Por lo mismo digo que:

NO SIEMPRE LO MODERNO ES LO MEJOR

Esa es mi contradicción vital